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Reseña The Legend of Zelda: Twilight Princess (manga)

The Legend of Zelda: Twilight Princess
Autor: Akira Himekawa
Nº de tomos:
11 (finalizada)
Editorial: Norma Editorial

INTRODUCCIÓN

Hoy os traigo una reseña de un manga que me hace mucha ilusión. En mi familia, The Legend of Zelda ha sido siempre más que un simple juego. Todo empezó en 1998, cuando llegó a nuestras manos la Nintendo 64 y descubrimos Ocarina of Time. Fue un momento inolvidable; ver ese mundo en completo 3D por primera vez nos dejó alucinados. Años más tarde, en las navidades de 2006, la historia se repitió. La Wii estaba en todas las casas y, con ella, el Twilight Princess. Este juego prometía ser el sucesor de Ocarina of Time, y además venía con gráficos más realistas, perfectos para los que no conectaron con el estilo más colorido de The Wind Waker. Fue un juego que dejó huella en muchos, incluido yo mismo.

Y aquí es donde entra la reseña de hoy: la adaptación al manga de The Legend of Zelda: Twilight Princess, creada por Akira Himekawa (A. Honda y S. Nagano). Ellas ya habían adaptado otros juegos de la saga, pero con Twilight Princess se embarcaron en algo mucho más grande. Este manga es su proyecto más largo y maduro, con una historia que realmente refleja el tono del juego y aporta nuevos matices.

El manga comenzó a publicarse en Japón en 2016 y ya ha concluido con un total de 11 tomos recopilatorios. En España, la obra ha sido publicada al completo por Norma Editorial, y es precisamente en esta edición en la que nos basamos para hacer esta reseña.


SINOPSIS

La historia sigue a Link, un joven que vive una vida sencilla en una aldea apartada de Hyrule. Pero todo cambia cuando el reino es invadido por una oscura fuerza conocida como el Crepúsculo, sumiendo el mundo en una eterna penumbra. La princesa Zelda, quien lucha por proteger a su pueblo, debe enfrentarse a un enemigo aparentemente imparable.

Mientras tanto, Link descubre que tiene un destino mayor del que jamás imaginó, y que está conectado tanto a la salvación del reino como al destino de Zelda. Con la ayuda de aliados inesperados, incluida la misteriosa Midna, Link se embarca en una aventura épica llena de desafíos, enigmas y enfrentamientos, donde deberá demostrar que incluso un héroe inesperado puede cambiar el destino de un mundo entero.


Nada sorprendente, ¿verdad? Normal. Estamos hablando de la adaptación de un videojuego de corte clásico de Nintendo, así que la trama está llena de clichés que hemos visto mil veces en juegos de este estilo: castillos, princesas, reinos enfrentados, el héroe elegido… Pese a todo, siempre me dio la sensación de que Nintendo podría haber “jugado” mucho más con el mundo que había creado.

La historia del videojuego planteaba varias tramas con mucho potencial que se quedaron algo cortas: la rivalidad entre el mundo de la luz y el mundo del Crepúsculo, la relación entre Link y Midna, la figura del lobo blanco, o personajes secundarios como los caballeros de la tasca que apenas tuvieron desarrollo. En resumen, había muchas ideas bien planteadas, pero que no terminaron de despegar porque Nintendo no quiso o no supo darles más profundidad.

Por suerte, parece que no fui el único que notó estas carencias. Las autoras, Akira Himekawa, también vieron ese potencial y han querido corregir muchos de estos problemas en la adaptación al manga. Para ello, han modificado algunas subtramas, dándoles un trasfondo más interesante, o incluso han añadido otras nuevas que encajan perfectamente en la historia. Vamos a comentar algunos de estos cambios.


NUEVOS ELEMENTOS RESPECTO AL VIDEOJUEGO

Los cambios más evidentes en la adaptación al manga están en los personajes.

Empezando por el propio Link, que en el videojuego era prácticamente un lienzo en blanco. Como personaje mudo y sin apenas personalidad, su función era ser nuestro “enlace” con la historia: Link éramos nosotros. Pero claro, esto en un manga no funciona igual, así que las autoras han tenido que darle emociones y trasfondo. Ahora podemos conocer sus alegrías, miedos e inseguridades, y además le han añadido un pasado completamente nuevo que lo aleja del típico “héroe elegido” sin más profundidad.

Luego tenemos a Midna, la princesa del Crepúsculo, que es el auténtico as bajo la manga de Twilight Princess. No es casualidad que Nintendo decidiera nombrar el juego en su honor. Su personalidad se mantiene tal y como la recordamos: irónica, sarcástica, con un punto de crueldad y mucha picardía. Es un personaje gris, con claroscuros, algo que no abunda en la saga. Al principio no tiene reparos en usar a Link y Zelda como meros peones para cumplir sus propios objetivos, pero a medida que avanza la historia, su relación con ellos evoluciona de forma mucho más notable que en el juego.

Akira Himekawa ha querido enfatizar todavía más el resentimiento de Midna hacia los seres de la luz y el sentimiento de injusticia que arrastra su pueblo, lo que hace que su historia tenga un mayor impacto emocional. Y ojo a su relación con Link. En el juego ya había ciertos momentos que insinuaban una conexión especial entre ellos, pero en el manga esta subtrama se explora todavía más. Las autoras han sacado a relucir su lado más “fanfic”, y os adelanto que Midna aquí no se guarda nada. Avisados estáis.

Por otro lado, la Zelda que conocimos en el juego era un personaje bastante plano. Querían darle ese aire de princesa sabia y solemne, pero lo cierto es que apenas sabíamos nada de ella. En el manga le han añadido algunas pequeñas subtramas y más escenas en las que interactúa con Midna o incluso con el villano, Ganondorf, lo que la hace sentir más presente en la historia y menos como un simple recurso argumental.

En general, la idea ha sido la misma con todos los personajes. Incluso los secundarios, como Ilia, Shad, Perícleo, Salma o Moy, han sido mejor desarrollados para que tengan más peso en la historia y no se queden en meros NPC de relleno. Y no solo los personajes han cambiado. Algunas tramas que en el juego pasaban desapercibidas han sido desarrolladas con más detalle, como la historia del lobo blanco y el Héroe del Tiempo, que aquí tiene un tratamiento mucho más profundo y que va a hacer las delicias de los fans.

Toda esta suma de añadidos hace que la lectura del manga sea mucho más dinámica y que se corrijan algunos problemas de ritmo que tenía el videojuego, sobre todo en su tramo medio. En el juego, esta parte podía volverse algo pesada por la estructura repetitiva de los templos y ciertas secciones de exploración que alargaban el avance sin aportar demasiado a la historia. También había momentos donde la progresión se sentía artificialmente ralentizada, con misiones intermedias que rompían el ritmo justo cuando la trama parecía estar tomando impulso.

Las autoras han sabido ajustar estos aspectos para que la historia fluya de forma más natural y no se sienta tan rígida o lineal como en el juego. Han eliminado o modificado ciertos momentos para que la narración tenga un mejor ritmo, manteniendo el interés del lector sin que parezca que la trama se frena en seco.


EL ARTE DE TWILIGHT PRINCESS

Uno de los aspectos más destacables de esta adaptación es su dibujo y puesta en escena. A diferencia de obras anteriores como Ocarina of Time o los mangas de la saga Oracles, donde el estilo era más ligero e infantil, aquí se opta por un tono mucho más serio y acorde con la historia.

Las autoras saben transmitir muy bien las emociones de los personajes, con primeros planos expresivos y páginas dobles cuando la escena requiere más fuerza. Las escenas de acción, aunque rápidas, son dinámicas y fáciles de seguir, algo que no siempre es sencillo en el formato manga. Además, sorprende el nivel de violencia para un manga de Zelda. No se cortan en mostrar desmembramientos o escenas bastante crudas para lo que suele ser el estándar de la saga. Los personajes y escenarios están recreados con gran detalle, manteniéndose fieles al videojuego.

También juegan muy bien con los contrastes: el dibujo es oscuro y aterrador cuando debe serlo, con criaturas como los bokoblins o el Rey Bulblin resultando realmente intimidantes, pero tampoco dudan en introducir momentos más ligeros, con expresiones más caricaturescas para personajes como Midna o Link en situaciones distendidas. Y atención a las escenas de Link con la espada, porque ahí se lucen con algunos paneles espectaculares.


LA EDICIÓN DE NORMA EDITORIAL

Nada que reprochar a la edición de Norma Editorial. Me he leído los 11 volúmenes del tirón y no he encontrado ni un solo error de edición. Los tomos vienen en formato clásico de tapa blanda con sobrecubierta y en papel de muy buena calidad. En esta ocasión, además, son un poco más grandes que los otros tomos de la colección de Zelda (la edición estándar), lo que hace que la lectura sea más cómoda y se aprecie mejor el arte.

Las sobrecubiertas incluyen un pequeño comentario de las autoras al inicio, y los extras y añadidos son exactamente los mismos que en la edición japonesa. Además, si pudiste hacerte con el volumen 11 en su lanzamiento, traía un cofre especial para guardar toda la colección, un detalle que los coleccionistas sin duda habrán apreciado.

En cuanto a la traducción, impecable. Las frases hechas, bromas y matices del japonés están adaptados con mucha naturalidad, sin que se pierda el significado original. Además, el equipo de traducción ha respetado los nombres y términos oficiales de la versión española del juego, lo que hace que la inmersión sea total.


CONCLUSIÓN

Nos encontramos ante la obra más completa del dúo Akira Himekawa. Un auténtico regalo para los fans de The Legend of Zelda, hecho con mimo y con un claro respeto por la saga. Es una historia contada de fans para fans, y eso se nota en cada página. Solo queda agradecer que, a diferencia de otras adaptaciones más apresuradas, aquí se han tomado su tiempo para desarrollar la historia con calma, sin prisas y sin que parezca un simple complemento del juego.

También hay que reconocer el papel de Nintendo, que lejos de imponer restricciones, dejó total libertad creativa a las autoras para que moldearan Twilight Princess a su manera. ¿El resultado? Un manga que no solo es una gran adaptación, sino que también funciona como obra independiente, añadiendo nuevas capas de profundidad a la historia original. Es, sin duda, un imprescindible para cualquier fan de Zelda que disfrute coleccionando material de la saga.

Eso sí, hay que tener en cuenta algo: este manga está claramente pensado para quienes ya han jugado al juego. No solo porque desarrolla muchas tramas y personajes que en el videojuego no tuvieron tanto protagonismo, sino porque desde las primeras páginas ya aparecen spoilers importantes sobre la historia. Si nunca has jugado a Twilight Princess y te interesa descubrir su trama sin destripes, quizás sea mejor esperar antes de leerlo.

Dicho esto, si has crecido con la saga o simplemente sientes curiosidad por ver una versión más desarrollada de Twilight Princess, no te lo pienses. Si todavía no le has dado una oportunidad a los mangas de Zelda, te recomiendo, o mejor dicho, te ordeno, que vayas corriendo a tu librería más cercana y te hagas con esta colección. No te arrepentirás.

Descubre más reseñas como esta en nuestra sección de manga.

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