Fallece la persona más longeva del mundo en Japón
Japón, reconocido mundialmente por la longevidad de su población, ha despedido recientemente a Tomiko Itooka, la persona más longeva del mundo hasta su fallecimiento. A los 116 años, Itooka dejó un legado que abarca más de un siglo de historia, reflejando la cultura y estilo de vida que han llevado a Japón a ser un referente en esperanza de vida.
Una vida que abarca generaciones
Nacida el 23 de mayo de 1908 en Osaka, Tomiko Itooka vivió acontecimientos históricos que transformaron al mundo. Desde los inicios de la era Meiji hasta el presente, su vida fue testigo de dos guerras mundiales, avances tecnológicos y cambios sociales profundos. Siempre mantuvo un estilo de vida basado en la dieta tradicional japonesa, conocida por sus beneficios para la salud.
La clave de la longevidad en Japón
Japón lidera las estadísticas de esperanza de vida, gracias a una dieta equilibrada rica en pescado, arroz, vegetales y té verde, además de una atención sanitaria avanzada. El estilo de vida activo y el fuerte sentido de comunidad también contribuyen a la longevidad de su población. Tomiko Itooka representó este modelo de vida saludable.
Un legado inspirador
La noticia de su fallecimiento ha generado un gran impacto en Japón, donde figuras públicas y ciudadanos han rendido homenaje a su resiliencia y longevidad. Su historia se ha convertido en un recordatorio del valor de cuidar a las personas mayores y preservar las tradiciones que promueven una vida larga y plena.
Conclusión: El legado de Tomiko Itooka no solo está en su excepcional longevidad, sino también en su inspiradora historia de vida, que destaca los beneficios de la cultura japonesa para la salud y el bienestar.